El 2015 ha sido una cantera de joyas en
lo sonoro y lo visual. Retornos para alimentar a los nostálgicos y
nuevos sonidos para llenar de esperanza a los agnósticos. Un año
más, he intentado seleccionar lo mejor que ha pasado por mis papilas
gustativas, así que espero que encuentres al menos un caramelo en
esta bolsa de premiados.
Mejor disco: + -
Cinco años de gestación no son nada
cuando una banda como Mew crea una obra absolutamente inspiradora,
reconfortante, plena y profunda. Jonas Bjerre y su séquito ha
conseguido con + - generar una obra maestra del pop retomando la
majestuosidad del rock progresivo y manteniendo la coherencia en la
tierna voz del cantante entre la robustez de las guitarras y la
percusión.
Mejor película: Yo, Él y Raquel
El título original, Me and Earl and
the Dying Girl tiene mucho más sentido que la traducción que le han
dado en territorio ibérico, porque Yo, Él y Raquel es la historia
de dos chicos de Instituto que se enfrentan por primera vez a la
posibilidad de que una compañera de clase con leucemia acabe bajo
tierra. El tejano Alfonso Gomez Rejon se atreve con el cine indie en
una historia con una gran cantidad de referencias culturales, humor
negro e interpretaciones magnéticas y maduras. Por si fuera poco,
el señor Brian Eno se encarga de la banda sonora. Está mal vendida
por algunos críticos como la hermana de Bajo la Misma Estrella,
pero este cine no es un generador de club de fans y pinturas en la
frente.
Mejor canción: Rows
Esta canción dividida en tres fases
comienza reconfortando al oyente con Jonas Bjerre acercándose al
micrófono para cantar “it's allright, anything you can wish for
you can do”. Es la esencia más pura de Mew, con la sensibilidad
del cantante abriéndose paso entre el robusto bajo de Johan Wohlert,
las metálicas guitarras de Bo Madsen y la batería progresiva de
Silas. Una obra maestra absoluta de 10 minutos que no tiene nada que
envidiarle a grandes hits de esta banda danesa como Comforting
Sounds.
Mejor videoclip: Nearly Forgot My
Broken Heart
Buena dirección, gran canción, humor
negro, el propio cantante como protagonista y una trama que le
permite ganar con cada visionado. Estos cuatro factores son la receta
secreta del videoclip que le ha dedicado Chris Cornell al primer
single de su último LP para contar la historia de un hombre que se libró de la
pena de muerte para vivir una cadena perpetua en un matrimonio que
nunca quiso firmar. Una curiosidad: el niño rubio que sujeta un
rosario es uno de los hijos del líder de Soundgarden.
Mejor concierto: Damien Rice en el
Parco della Musica de Roma
Personalmente, el pasado 25 de julio
cumplí un sueño en Roma que empecé a gestar desde que la voz y acústica
de Damien Rice acompañase aquel encuentro entre Natalie Portman y
Jude Law en la primera escena de Closer. Más solo que nunca y frente
a 3.000 espectadores, este irlandés demostró que primero está él y
luego el resto de cantantes folk. El corazón y la rabia que imprimió
aquella noche a canciones como 9 Crimes parecían prender el escenario
ante la devoción de miles de italianos que se volvieron a enamorar
una vez más de un caballero que genera adeptos hasta en los huecos entre canciones.
Mejor debut: Trickfinger
Trickfinger es el alter ego electrónico
de John Frusciante, ex guitarrista de los Red Hot Chili Peppers y
estandarte de las mejores etapas del cuarteto californiano de Give
it Away y Californication. Un proyecto que seguramente no vaya más
allá de este LP homónimo pero que ha logrado que Frusciante abrace
definitivamente la electrónica tras varios discos coqueteando con lo
techno. Este disco es un acid house que recuerda al Aphex Twin más
ambient y que se disfruta especialmente si se escucha sin prejuicios
y teniendo en cuenta que este trabajo no tiene nada que ver con aquel
guitarrista de hits como By the Way y Under the Bridge.
No hay comentarios:
Publicar un comentario