domingo, 27 de diciembre de 2015

Premios MMM 2015

El 2015 ha sido una cantera de joyas en lo sonoro y lo visual. Retornos para alimentar a los nostálgicos y nuevos sonidos para llenar de esperanza a los agnósticos. Un año más, he intentado seleccionar lo mejor que ha pasado por mis papilas gustativas, así que espero que encuentres al menos un caramelo en esta bolsa de premiados.

Mejor disco: + -

Cinco años de gestación no son nada cuando una banda como Mew crea una obra absolutamente inspiradora, reconfortante, plena y profunda. Jonas Bjerre y su séquito ha conseguido con + - generar una obra maestra del pop retomando la majestuosidad del rock progresivo y manteniendo la coherencia en la tierna voz del cantante entre la robustez de las guitarras y la percusión.

Mejor película: Yo, Él y Raquel



El título original, Me and Earl and the Dying Girl tiene mucho más sentido que la traducción que le han dado en territorio ibérico, porque Yo, Él y Raquel es la historia de dos chicos de Instituto que se enfrentan por primera vez a la posibilidad de que una compañera de clase con leucemia acabe bajo tierra. El tejano Alfonso Gomez Rejon se atreve con el cine indie en una historia con una gran cantidad de referencias culturales, humor negro e interpretaciones magnéticas y maduras. Por si fuera poco, el señor Brian Eno se encarga de la banda sonora. Está mal vendida por algunos críticos como la hermana de Bajo la Misma Estrella, pero este cine no es un generador de club de fans y pinturas en la frente.

Mejor canción: Rows



Esta canción dividida en tres fases comienza reconfortando al oyente con Jonas Bjerre acercándose al micrófono para cantar “it's allright, anything you can wish for you can do”. Es la esencia más pura de Mew, con la sensibilidad del cantante abriéndose paso entre el robusto bajo de Johan Wohlert, las metálicas guitarras de Bo Madsen y la batería progresiva de Silas. Una obra maestra absoluta de 10 minutos que no tiene nada que envidiarle a grandes hits de esta banda danesa como Comforting Sounds.

Mejor videoclip: Nearly Forgot My Broken Heart



Buena dirección, gran canción, humor negro, el propio cantante como protagonista y una trama que le permite ganar con cada visionado. Estos cuatro factores son la receta secreta del videoclip que le ha dedicado Chris Cornell al primer single de su último LP para contar la historia de un hombre que se libró de la pena de muerte para vivir una cadena perpetua en un matrimonio que nunca quiso firmar. Una curiosidad: el niño rubio que sujeta un rosario es uno de los hijos del líder de Soundgarden.

Mejor concierto: Damien Rice en el Parco della Musica de Roma



Personalmente, el pasado 25 de julio cumplí un sueño en Roma que empecé a gestar desde que la voz y acústica de Damien Rice acompañase aquel encuentro entre Natalie Portman y Jude Law en la primera escena de Closer. Más solo que nunca y frente a 3.000 espectadores, este irlandés demostró que primero está él y luego el resto de cantantes folk. El corazón y la rabia que imprimió aquella noche a canciones como 9 Crimes parecían prender el escenario ante la devoción de miles de italianos que se volvieron a enamorar una vez más de un caballero que genera adeptos hasta en los huecos entre canciones.

Mejor debut: Trickfinger

Trickfinger es el alter ego electrónico de John Frusciante, ex guitarrista de los Red Hot Chili Peppers y estandarte de las mejores etapas del cuarteto californiano de Give it Away y Californication. Un proyecto que seguramente no vaya más allá de este LP homónimo pero que ha logrado que Frusciante abrace definitivamente la electrónica tras varios discos coqueteando con lo techno. Este disco es un acid house que recuerda al Aphex Twin más ambient y que se disfruta especialmente si se escucha sin prejuicios y teniendo en cuenta que este trabajo no tiene nada que ver con aquel guitarrista de hits como By the Way y Under the Bridge.

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