Not ready to rock?
Los Beatsteaks sacaron nota en los baremos de intensidad en una noche salvaje de sudor y espectáculo. Aforo repleto de un público que asegura por su entrega el retorno de los alemanes a la capital.
He visto a los Beatsteaks hacer cosas espectaculares en directo. Desde surfear por encima del público, invitar a alguien del público a tocar la batería, o convencer a una audiencia entera de abrir un pasillo en medio como si de Moisés se tratase y volver a unirlo en la eclosión de uno de sus temas. Lo de la noche del viernes fue otra gran proeza.
Los teloneros Dÿse calentaron el ambiente con su brutal minimalismo, y los Beatsteaks asaltaron el escenario con 15 minutos de antelación a la hora. El setlist fue dominado por el disco que les dio mayor popular, el penúltimo Smack Smash, y por su último disco Boombox. Para el segundo tema, la sala Heineken ya estaba abarrotada y muy caliente y el miembro de seguridad que habían colocado sentado en el escenario y mirando hacia el público ya se había retirado por petición del cantante y por sentido común.
No había foso, el contacto entre público y la banda era extremo. Desde aquellos que se atrevían a palpar las guitarras de sus ídolos hasta aquellas que se animaban a meter mano al cantante que pasaba por el borde del escenario pisando de vez en cuando alguna mano del público que luchaba por no ser aplastado.
Pero es que sarna con gusto no pica, y aunque la banda no da cuartel siguiendo el formato de concierto punk sin apenas pausas entre canciones, la mayoría de gente sonreía en medio de ese ponche de sudor y empujones: Era una noche épica.
Fue justamente tras la canción más tierna, ‘Under a Clear Blue Sky’, cuando el concierto se animó más y no paró de hacerlo hasta que terminaron de tocar su lista de 24 temas. Los singles se vitoreaban, los temas clásicos también y las canciones nuevas como ‘Cheap Comments’ hacían flipar a la audiencia. El concierto perfecto si consigues aguantar la presión. Era el ecuador del concierto cuando los Beatsteaks planteaban una paradoja con ‘Not Ready to Rock’, una canción que habla de no estar preparado para una banda de rock demasiado dura. Era el momento de seguir hasta el final o huir al fondo de la sala.
De una manera u otra no te podías perder los momentazos de la noche. El cantante Arnim Teutoburg-Weiß recordó los disturbios en Barcelona: “Estaba viendo la televisión en el hotel y lo vi, como gente era apaleada por ideas que estaban en su cabeza, eso está mal y quiero decir una cosa: ¡Que se jodan todos los nazis!”. La gente rompió en vítores, y es que aparte del detalle de recordar lo acontecido en Barcelona parece que sabe mejor cuando son unos alemanes los mandan el nazismo a la mierda.
Políticas aparte, no tiene precio como salió la banda en los bises. La gente, mientras esperaba, cantaban el estribillo de ‘Monster’, “So kick it, so kick it, oh! Oh! You got it!” y los alemanes salieron tocando ‘Fix It’ la joya que abre su último disco, haciendo retumbar el escenario.
Pero el momento aún estaba por llegar. Situación: Los Beatsteaks tocan ‘Cut Off the Top’, tema poderosísimo en sus conciertos, el público está encendidísimo, el calor es extremo, la gente está enlatada pero moviéndose todo lo que puede. Idea: El cantante decide en un instante, “voy a ir al centro y vamos a bailar”, y con total decisión aparta a un mastodóntico muchacho de la primera fila y la gente le abre paso milagrosamente.
Con micrófono en mano formó un ‘duelo de bailes’ improvisado en un círcuclo que cada vez se hacía más pequeño hasta que llegó un momento de desfase en la canción en el que el cantante parecía que iba a desaparecer entre cientos de cuerpos sudorosos hasta que dijo apresurado: "¡Esperar! ¡Esperar! ¡Esperar!" Y esperaron. Esa masa de gente que parecía sacada de la película 28 Días Después esperó, mantuvo las líneas, siguió bailando, siguió sonriendo y siguió sudando.
Quedaba ‘Let Me In’, ese tema por el que merece la pena un concierto de los Beatsteaks en el que la gente se sienta en mitad del tema para saltar y gritar todos a la vez en plena locura generalizada.
Habían muchas chicas en el concierto, y eso bajaba bastante los niveles de brutalidad, pero igualmente la noche fue salvaje, épica, inolvidable, en la que un grupo de alemanes te ponen al extremo durante una experiencia compartida. Éstas cosas unen más que el abrazo de la misa de los domingos, porque si después de un show de los Beatsteaks no sales hermanado de la sala, es que no has estado allí.
Lugar 3: En esta categoría también entra el sonido, y las voces estaban demasiado bajas, la tralla se terminó comiendo las letras de casi todas las canciones. El lugar se quedó un poco pequeño para semejante masa de gente y movimiento.
Teloneros 4.5: La mejor clase de teloneros que se pueden tener en un concierto de este tipo. Sus gritos, su simpatía, sentido del humor, la distorsión, la fuerza salvaje y la capacidad de dar con un dueto de guitarra y batería la fuerza de grupos como System of a Down no tiene precio.
Público 3.5: Dieron su alma por el concierto, y aunque no hubo escrúpulos tampoco hubo ninguna situación desagradable. Por lo demás, depende la zona habrá más o menos empujones y sacudidas.
Setlist
1. Big Attack
2. Hand in hand
3. As I please
4. Cheap Comments
5. Monster
6. Behaviour
7. Under a Clear Blue Sky
8. To Be strong
9. Jane Became Insane
10. Atomic love
11. Milk & Honey
12. Automatic
13. Not Ready to Rock
14. Panic
15. Shiny Shoes
16. What’s Coming Over You
17. Hail to the Freaks
18. Frieda Und Die Bomben
19. Hello Joe
20. Let’s See
21. As Long As You Sing
----1. Big Attack
2. Hand in hand
3. As I please
4. Cheap Comments
5. Monster
6. Behaviour
7. Under a Clear Blue Sky
8. To Be strong
9. Jane Became Insane
10. Atomic love
11. Milk & Honey
12. Automatic
13. Not Ready to Rock
14. Panic
15. Shiny Shoes
16. What’s Coming Over You
17. Hail to the Freaks
18. Frieda Und Die Bomben
19. Hello Joe
20. Let’s See
21. As Long As You Sing
22. Fix it
23. Cut off the Top
24. Let Me In
Enlaces relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario