domingo, 2 de marzo de 2008

Beatsteaks Madrid Sala Caracol 01.03.08

El rock como a ellos les complace

Al fin vinieron. Los Beatsteaks son una de esas bandas que si se tuvieran que morir por el rock lo harían dos veces y haciendo la mejor música al mismo tiempo, pero eligen vivir por la música para seguir creando noches únicas como la del pasado sabado en Madrid.
Esta banda alemana con influencias punk como Pennywise y una voz, en inglés, le da una contundencia y calibre a un grupo de berlineses que no quieren más que ofrecer puro romanticismo en el rock.

Todo comenzó algo tarde, los teloneros empezaron prácticamente cuando tenían que tocar los Beatsteaks y estos se lanzaron al escenario una hora tarde, a las 22:15. La banda que abrió la noche fue Nothink, un grupo madrileño metalero que calentó la sala con su… música metalera y canciones en buen inglés. La logistica de la sala era inteligente y con buenos puntos de vista allá donde estuviera el conciertero localizado. Barra grande a la izquierda, otra pequeña al principio de la sala para abastecer también a los recién llegados o rezagados, puesto de merchandising en frente de la barra principal que sorprendentemente sobrevivió durante todo el show; y como no, al final de la sala el escenario escondido tras un fino telón. El local, a pesar de ser más largo que ancho (como todas las salas de concierto que uno conozca) el escenario no daba la sensación de lejanía y la acústica era aceptable, sin ecos y todo con un volumen que respetaba los oídos.

En aquel escenario se subió la banda con cinco albumes a sus espaldas, presentando el que fue lanzado el pasado año, Limbo Messiah, que no salió en España, pero esperemos ahora que tras su generosa gira ibera (Bilbao, Madrid, Barcelona) se pueda encontrar más fácilmente en nuestras tiendas. Entraron con una corta y perfecta para introducir, Not Ready To Rock, para luego enlazar con el hit que fuera primer single de su último album, “Jane Became Insane” donde ya pudimos ver como el cantante Arnim y sus otros cuatro acompañantes disfrutan como ninguna otra banda de la interactividad del público, con varias invasiones del mismo al escenario para bailar, saltar o incluso algún que otro grito al micro, todo ello bien visto por los simpáticos germanos. Casi sin poder coger más aliento y ya con el sudor de cientos de personas impregnándose en la sala, arrancaron la última canción de su ultimo disco, E-G-O, canción prácticamente liderada por el guitarrista, Peter Baumann, demostrando así a la audiencia la idea de cooperativismo y rotación de la banda, en la cual hasta el batería puede llegar a cantar el estribillo de una canción. El cuarto lugar en la lista de canciones para esa noche fue Summer, un verdadero himno al verano y a todas sus inolvidables historias, idea que se expresa a la perfección tanto en la letra como en su música. Siguieron fieles a la presentación eligiendo a Hail To the Freaks como al siguiente tema en su set list, canción de ritmo uniforme de una base sublime y que sube en un estribillo que entona el carácter roquero romántico que caracteriza a este grupo. Para enlazar el resto del concierto fueron a por una versión de Sublime, What I Got, que alimentó la nostalgia de los allí presentes, estableciendo una gran sonrisa global en el terreno. Pasado esta relajación de nudillos se fueron directamente a por Panic, una contundente muestra del autentico pesado sonido que como músicos expertos que son supieron reproducir de manera noble haciendo girar a la sala 180 grados a una velocidad que a pocos dio tiempo de entender. Cogida esta tónica, el siguiente en el menú comenzaba con un “so kick it, so kick it” por parte de Arnim a lo que el público, conocedor de este tema epico, respondía “oh oh, you got it!”, y acto seguido se desato la locura de Monster, uno de las composiciones estandarte de su penúltimo álbum, el cual lanzaría la banda más internacionalmente que ningún otro. Atomic love fue la siguiente, tan bella como una balada a lo más puro estilo Beatsteaks puede llegar a ser, con ritmos de bajo y batería muy caracterizados, acogida por acordes distorsionados que saben a pura gloria y a cielo, no sin olvidar la lírica y suavidad del cantante, todo ello expresa un amor hacia el más acogedor extremo. Sin salir del Smacksmash, su penúltimo albúm, los cinco músicos se sacaron del repertorio otro hit de este disco, Hand In Hand, de ritmos adictivos, con todos los registros de voz que te puedas encontrar en una canción de esta banda, guitarras solemnes y estructura envidiable, una de las mejores cartas de presentación con las que estos chicos cuentan. Como no podía faltar en uno de sus shows, Loyal To None, también de su cuarto album, desato la bestia que lleva el guitarrista Bernd Kurtzke dentro, una anarquía sonora de imposibles velocidades que la audiencia pudo apreciar por la rapidez con la que palmearon junto a la banda, ni un cantaor flamenco os aseguro. Llegados a la locura, llegó el momento de colocar Fienda Und Die Bomben, una de las dos canciones de la noche con letra alemana (y de las muy pocas de todo su repertorio), donde muestran su facilidad de paro total de la música y arranque frenético, ahí una vez más se ven las tablas.
Como buenos admiradores de los Beastie Boys, se animaron con una versión de Intergalactic, apoyados por una mesa de mezclas. Siguieron explotando este recurso con más rap con el Rapper’s Delight de The Sugarhill Gang que, lejos de encandilar al público con esas bases grabadas, hicieron bailar a la audiencia que no obstante esperaba que siguiera la música en directo. Este interludio fue breve y de manera rauda los Beatsteaks brindaron otro de sus himnos sacado del penúltimo LP, I Don’t Care As Long As You Sing. Esta joya es de lo mejorcito de la banda, se sustenta en el ritmo del bajo y es conducida por la voz acaramelada del cantante, rematada con un estribillo glorioso que nos levanta la cabeza al cielo a la vez que nos abre aún más las glándulas sudoríparas que trabajaban como nunca aquella noche; de las más autenticas.

Hora de volver a la “excusa” de este concierto destinado a presentar su último disco. As I Please es el tema que introduce al Limbo Messiah, muestra de que los Beatsteaks, al contrario que otras muchas bandas de rock, llegan a su quinto trabajo de su carrera con más ganas de meter caña y un mayor tonelaje musical, lo que nos muestra que esta banda tiene una frescura y una energía que están muy lejos de acabarse. Y de repente vuelta al rap. Para darle gracia al asunto, el guitarrista Baumann quiere cantar una canción pero pide ayuda a su banda para recobrar la inspiración perdida. Para seguir la gracia, Arnim decide echarse encima de la mesa de mezclas para darle al play del rap, y no tardó en ponerse a bailar en el centro del escenario. Tras estra “intro” cómica, el guitarra se zambulló en una balada melosa llamada Hey Du que fue rematada solemnemente por la banda al final.
Hello Joe, la que fuera último single de su penúltimo álbum, empujó al publico a seguir la fiesta. Este hit de pasos firmes y muy del estilo de la banda es una de las canciones más completas que podemos encontrarnos en su repertorio con una gran ascensión al final; una elección tan épica como obligada en su setlist.
Tras el ensayo de despedida llegaron los bises, en los cuales fueron generosos. Un rock and roll es utilizado por la banda para introducir al siguiente tema. Este es Cut Off The Top, de contundentes ritmos graves y electrónicos, que por este último elemento suena bastante diferente de la versión en estudio, lo cual puede decepcionar por su acabado en directo. No obstante esta es una de las mejores del último disco, y la alargaron lo más posible para hacer vibrar la sala hasta la última esquina.
La noche llegaba a su fin pero sin aminorar en absoluto. En el escenario cayó de forma demoledora una de las canciones y momentos más inolvidables de ese 1 de marzo del 2008: Let Me In. Esta es una exposición sonora portadora de una sonrisa maligna que precede al estribillo, hasta que este llega con su enorme alarido. Pasados un par de estribillos como este llegamos al clímax de esta brutal canción, donde el bajo atrapa a todo demonio presente para después liberarlo. En este momento el cantante pidió a todos los presentes arrodillarse para cuando a la de uno dos y tres, todos saltasen a la vez del suelo hasta el cielo. Fue un momento único, de esos que hacen a los conciertos de los Beatsteaks legendarios, divertidos y saludables.
Aquello no terminó, para el segundo bis prepararon una versión más suave del tema Big Atack, donde el cantante junto a su no siempre acompañante guitarra la transformo en una cantad-conmigo deliciosa. Este comienzo fue una distracción para acabar estallando en una interesante versión del popular tema Sabotage de, como Arnim dijo al presentar el tema que daría cierre al espectáculo, la mejor banda del mundo, los Beastie Boys.
Se fueron con sonrisas dejando a los presentes un gusto de haber roto todo aquello de lo que llevaban tiempo deshacerse. Y es que la música de los Beatsteaks así como su lírica es puramente positiva, aunque engloben sus inseguridades, protestas, aullidos…etc, estos chicos no quieren más que cambiar el mundo a mejor, o sino al menos abollarlo un poco.

Sala: 4 Publico: 3 Teloneros: 2.5


Set List
Not ready to rock
Jane bacame insane
E-G-O
Summer
Hail to the freaks
Whai i got (version de Sublime)
Panic
Monster
Atomic love
Hand in hand
Loyal to none
Fienda und die bomben
[Rapeo y scratching con mesa de mezclas]
I don't care as long as you sing
As i please
[Rapeo con mesa de mezclas]
Hey Du
Hello Joe
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Cut off the top
Let me in
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Sabotage (version de Beastie Boys)
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