Cuando un actor indie coge las pesas
Joseph Gordon-Levitt se apunta a la lista de iconos del indie que han parodiado a un macarra en una historia que comienza en una erección
pero termina con un coitus interruptus
Otros príncipes del cine inde como Ryan Gosling con Crazy,
Stupid, Love o James Franco con Spring Breakers ya habían pasado
por el gimnasio y la maquinilla de afeitar para dar vida a personajes
que se alejaban de la tierna decadencia de sus anteriores papeles.
Gordon-Levitt no se queda atrás y fabrica una parodia de los
macarras de Jersey Shore interpretado, escrito, dirigido y posado por sí mismo. Un
hamster de gimnasio al que lo que más le importa es sacudirse
la banana viendo pornografía hasta que conoce a
Scarlett-tetazas-Johansson y se enamora perdidamente.
El film promete mucho al principio con los retratos de su
protagonista y el resto del reparto, pero se desinfla con el paso de
los minutos. Quizás Gordon-Levitt enfocó esta película desde un punto de vista de actor y director de cortometrajes, ya que se
concentra en los personajes y se olvida de la trama, y demuestra que
esto de los largometrajes se le queda demasiado largo, terminando el
film como si fuera el final de un episodio piloto.
Catalogada de tragicomedia romántica, de comedia tiene los
aciertos en la parodia de sus personajes; de romántica el quiero y
no puedo de un personaje musculado con corazón de león;
y de tragedia algunas situaciones efervescentes que parecen metidos en
el guión por obligación moral.
No es una comedia gamberra y obscena. Tampoco una historia trágica
sobre el patetismo de un personaje egocéntrico y machista. Ni tan
siquiera una historia empalagosa disfrazada con cuerpos esculturales.
Es una paja sin placer final con un protagonista que arranca con
mucho músculo pero que se pierde en el laberinto de la neurona.
Estreno en España el jueves 31 de octubre.
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