El teatro Muse
Las giras de estadios vuelven a tener
un nuevo hito en su historia con Muse rizando el rizo y combinando
música, teatro y danza en su nueva monumental puesta en escena.
Matt Bellamy dio prioridad a su voz como nunca pero no se olvido su
manera alucinógena de tocar
Con una de las bandas más galardonadas
por su directo a nivel mundial, todos sabían que ahí iba a
pasar algo gordo. La maquinaria de Muse se puso en marcha
literalmente cuando los engranajes del inmenso decorado empezaron a
girar y de sus chimeneas salían bolas de fuego para dar paso a la
'Supremacy' que abriría el espectáculo.
Uno de los momentos que más artículos
dio en prensa fueron las imágenes proyectadas durante la divertida
'Panic Station'. Varias parodias de políticos como Obama, Merkel e
incluso Rajoy bailaban como monigotes al ritmo funk de la canción.
Tras la siempre bien recibida 'Bliss', Muse pasó su derroche de
grandeza a la plataforma situada en mitad de la pista para pegar fuerte con
'Hysteria'. Era impactante ver como en varios momentos del concierto
los miembros de la banda podían llegar a estar a 100 metros de
distancia entre ellos.
El momento más dramático de la noche
llegó con 'Animals', con la que mezclaron teatro y música, convirtiendo el concierto en una película en vivo. Un hombre vestido de
traje actuando como un agente de bolsa tiraba billetes a la gente y
se volvía loco hasta caer rendido al suelo. Fue entonces cuando el
bajista Chris Wolstenholme sacó su armónica para concluir la 'muerte' de aquel señor tendido en el suelo cubierto de billetes y
dar paso a uno de los mayores fetiches del público, 'Knights of
Cydonia' en la que los agudos de Mathew Bellamy se pegaban como nunca
a su guitarra.
Las funciones actorales volvieron a repetirse con una mujer que interpretaba a otro personaje ambicioso
de la literatura de Muse y que también fue a parar a la plataforma
de la pista con 'Feeling Good' donde le esperaba un surtidor de
gasolina que acabaría con su vida. La misma actriz volvería luego a
aparecer con el vals de 'Blackout' bailando colgada de una bombilla
gigante que aparecía por detrás del escenario como lo hiciera el
OVNI de la gira de The Resistance.
Fue el concierto de Muse con mayor
cantidad de sorpresas en su puesta en escena, como el robot gigante
que acompañó a la banda con 'Unsustainable'. ¿Pero qué pasa con
la música? ¿Es todo esto un complemento o una cortina de humo? La
actuación de los tres músicos fue sobresaliente, pero lo más
destacado fue la voz de Matthew Bellamy, hasta el punto de que no
sacar ningún instrumento en canciones como 'Follow Me', 'Blackout',
'Undisclosed Desires', 'Starlight' y la más austera de todas,
'Unintended', con el bajista haciendo las veces de guitarra como
pudo.
La guitarra, en manos del líder de
Muse, es algo alienigena. Sólo hace falta un breve solo como el de se
sacó con 'Madness' para llenar la villa olímpica. No hay músico
tan completo y poderoso como Matthew Bellamy, capaz de empapar
estadios enteros él solo.
Al menos una vez en la vida tienes que
ver a esta banda en directo, seas de la condición que seas, sea cual
sea tu disco favorito. Pero cuidado que engancha, hipnotiza y crea
alucinaciones. Hasta la próxima apoteosis.
SETLIST
Supremacy
Supermassive
Black Hole
Panic
Station
Bliss
Interlude
Hysteria
Animals
Knights
of Cydonia
Dracula
Mountain
United
States of Eurasia
Map
of the Problematique
Feeling
Good
Follow
Me
Liquid
State
Madness
Time
Is Running Out
Stockholm
Syndrome
Uninteded
Blackout
Guiding
Light
Undisclosed
Desires
The
2nd Law: Unaustainable
Plug
In Baby
Survival
Uprising
Starlight
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