viernes, 24 de junio de 2011

Las verbenas de mi pueblo




Todos los años lo mismo. Cada lustro por estas fechas se celebran las Fiestas del Corpus y para mi pueblo sin las más importantes del año.

Son las noches en las que uno se debate entre dos alternativas a la hora de irse a la cama a dormir: Morir de calor o entrar en el mundo de los sueños bajo la tutela del reggaeton y la pachanga. Decido salvar mi salud física por encima de la mental y dejo abierta la ventana toda la noche.

No es un volumen atronador, más bien un eco en la distancia, lo suficiente para transportarme a la escena del crimen. ¿Qué experiencia supone vivir algunos de los momentos más inolvidables de tu vida mientras ‘Paquito el Chocolatero’ ensordece la escena?

El primer beso, la primera pelea enfurecida, el primer cubata, el día que cambiaste de amigos, el mayor record de bostezos por minuto, la mayor cantidad de mensajes de texto enviada por un teléfono móvil. Las cosas suceden y la música pasa a un tercer plano, rezagada, pero nunca olvidada.

Pasarán los años y Juan Luis Guerra te sabrá a beso, King Africa a sangre, Elvis Crespo a garrafón, Sergio Mendes a sudor y SBS a polvo (polvo de tierra, ¿eh?).

Es el insuperable género de la canción del verano. Ese que pone a viejas y adolescentes a bailar juntos y se pegan como coca cola seca en las pieles de un CD, un casete o un reproductor MP3.

Ésta noche volverá. Superada la resaca y superados los moratones, la carpa volverá a recibir a aquellos que no han tenido suficiente o simplemente quieren mostrar su careto a la reducida sociedad de un pequeño municipio. Es el poder decir ‘yo he estado’, año tras año, en una celebración que pone a prueba tus sentidos y tu paciencia para finalmente tatuarte en el coco un recuerdo que renacerá cada vez que alguien ponga en una boda, una fiesta o una verbena esos ‘clásicos de siempre’ y te sorprendas echando espuma por la boca y soltando frases satánicas como: “Aserejé ja de jé de jebe tu de jebere seibiunouva majavi an de bugui an de buididípi”

4 comentarios:

LU dijo...

Madre mía!! Qué cultura musical tan amplia!!! Apabullada me dejas con esa lista terrorífica. El verano es lo que tiene. Ver a la Cospedal con mantilla a la entrada de la iglesia, produce escalofríos, o quizas piensas que esa imagen es un fotomontaje y que no puede ser actual. Hay muchas cosas que no cambian, y hay que sobrevivir con ellas.

Mejor reir que llorar. Ahora, por lo que no paso es por asociar momentos de intensa o mediana felicidad a Georgie Dann (no sé si lo pronuncio o escribo correctamente).

Viva el verano y las hogueras de San Juan, el olor a sardinas, la cerveza helada… y la música que no tiene estación del año o número asignado de lista de los más vendidos.

Butter dijo...

No, de nuevo la llegada de la canción del verano no.

No.
No.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Por qué a mí ahahahahhaha.


Siempre es un placer volver a tu blog. Aunque no he comentado en todas las entradas recientes, créeme que las he leido - y escuchado, en algunos casos. Siento la demora pero con los estudios ya se sabe. Ahora, toca pasar un buen verano. Espero que te diviertas, que nos sigas deleitando y sobre todas las cosas, que descanses.

Un besazo!

Unknown dijo...

Amén a tus palabras LU. A mi también me impactó mucho la mantilla.

Muakk!

Unknown dijo...

Butter!

No sufras, cada año pasa más desapercibida y la falta de imaginación (si alguna vez la hubo) se nota. Acaso recuerdas cuál fue la del año pasado? Y el anterior?

Resulta reconfortante saber que estáis por ahí leyendo las líneas de este humilde blog. Sobre todo porque vosotros sois LA RAZÓN, y no me refiero al diario si no a la fuerza que me empuja a publicar una siguiente entrada.

Que pases muy buen verano!

Muakk!

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