Poderoso retorno anti-maldiciones
La banda galesa vuelve a Madrid superando maldiciones y dando una crujiente exhibición con sus temas más energéticos. Un no parar con clásicos de ayer y hoy con los que mantienen muy vivo el espíritu juvenil noventero.
Este redactor ha tenido la oportunidad de ver a Feeder en España, como teloneros de Coldplay y en tierras británicas. Pero nada fue parecido a lo acontecido en la sala Heineken este fin de semana.
La música del salvaje oeste que sonaba al apagarse las luces presagiaba una salida encendida y chulesca, como la recuerdo en aquella actuación del teatro Apollo de Manchester. Pero no fue así. Su líder, Grant Nicholas, aparecía el último haciendo una reverencia con los brazos en alto al público.
Sonrientes, animados y con una gran confianza en sí mismos dieron un espectáculo en el que ninguna canción sobraba ni se salía del guión. La pirotecnia empezó con 'Insomnia' y no paró ni con las menores revoluciones de ‘Down to the River’.
El público madrileño ardía de deseos de volver a ver a una banda que parecía gafada en la capital: Su penúltimo concierto fue cancelado y el último fue aplazado dos meses y cambiado de sala. Estaban deseando cantar los agudos coros de ‘Feeling a Moment’ o recordar viejos tiempos con clásicos de los 90 como ‘High’o ‘My Perfect Day’, con las que ponen los pelos de punta tributando la amistad como nadie.
Nicholas: “Es asombroso estar de vuelta en España otra vez”. Era una noche de alegría y simbiosis entre banda y público. Así lo manifestaban los miembros de Feeder con sonrisas, regalando púas, botellas de agua y alguna que otra guitarra que llegó a escaparse en el público durante un instante previo a que un bigardo encargado de la seguridad de Feeder y sus instrumentos saltase al público para recuperar la espada de su caballero Lord Nicholas.
Otro motivo de la alegría que contagiaban era que ese mismo domingo lanzaban nuevo single, Side by Side, con el que se donarán todos los beneficios para la Cruz Roja para ayudarles con los trabajos que están realizando en recuperar los desastres causados por el Tsunami y terremotos en Japón.
Camiseta larga de rallas, pelo rubio con raíces oscuras, zapatillas Converse, vaqueros rasgados… Aquí huele a grunge y Feeder lo confirmó reventando el concierto con la canción de Nirvana, ‘Breed’. Fue la guinda del pastel antes de que los cuatro miembros (los dos fundadores más un nuevo batería llamado Damon Wilson y el músico de backstage encargado de teclados y voces) quisieran despedirse de su público dándoles la mano uno a uno y sin prisas.
Entre esos últimos instantes como el salto de Nicholas desde la base de la batería o el salto y giro del bajista japonés Taka Hirose queda algo imborrable en la memoria de los asistentes. La sensación de que han venido para volver, que aún les queda mucho que ofrecer en su energía y por supuesto que los clásicos de los 90 siguen vivos en directo.
Fue la noche en que Madrid le dijo a Feeder: ‘Come back around’ y la banda respondió con una sonrisa.
Lugar 4: El aforo estaba bastante ocupado pero sin llegar a superar sus límites. El problema de siempre en la Heineken: En un punto central se escucha bien pero cuanto más te escoras peor.
Teloneros 3: El grupo brasileño Turtle Giant de rock alternativo no se salió de la temática de la noche y dieron una entrada correcta.
Público 3.5: Se dividía entre los sedientos de Feeder y los que simplemente disfrutan de ellos. Igualmente se entregaron al buen show que la banda les trajo a la sala.
Setlist
- Barking Dogs
- Insomnia
- Sentimental
- This Town
- Feeling a Moment
- Renegades
- Pushing the Senses
- Down to the River
- White Lines
- Just the Way I’m Feeling
- Buck Rogers
- Come Back Around
- Home
- My Perfect Day
- High
- Lost & Found
- Call Out
- Seven Days in the Sun
- Just a Day
- Breed (Versión de Nirvana)
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