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Comedia a la neoyorquina: Estrés laboral y el periodismo por televisión. Un ácido Harrison Ford echa un divertido pulso con una infatigable Rachel McAdams.
Imagínate un programa matinal sensacionalista presentado por María Teresa Campos con Arturo Pérez-Reverte. ¿Quién podría producir semejante mezcla? Becky Fuller (Rachel McAdams) se obsesiona con subir la audiencia de un programa en decadencia apostando por una leyenda del periodismo (Harrison Ford) y una veterana de los programas para amas de casa (Diane Keaton).
Todo transcurre en la capital de la televisión, el espectáculo y el periodismo: Nueva York. En esta ciudad sus protagonistas funcionan a golpe de café, viajes en taxi y noches que se solapan con el trabajo a primera hora de la mañana. Ford aporta un humor ácido con buenas frases, Diane Keaton supone la contrapartida del actor y Rachel McAdams es la frenética protagonista obsesionada con su trabajo.
El periodismo y su metamorfosis pasa por los índices de audiencia. La reconversión de un formato, los recortes presupuestarios, la despedida de sus empleados… En un mercado tan competitivo y caprichoso como la televisión en Estados Unidos, un programa de televisión sobrevive cada día como si fuera una montaña rusa sin cinturón.
El director Roger Mitchell (Notting Hill, 1999) se aleja un tanto del cine pastelazo para público femenino para apostar por la receta de dos veteranos actores y una joven protagonista que cada vez se acomoda más a las grandes producciones amorosas. Al final la película pierde aire mientras intenta alargar el final de manera innecesaria.
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