jueves, 9 de julio de 2009

Tetro (2009)

Coppola vuelve 'por la puerta chica'


Francis 'El Padrino' Coppola regresa por la puerta pequeña, la del cine independiente, para contarnos un drama generacional, una historia que ahonda en una familia de turbio pasado. Dos hermanos: Tetro y Bennie; una mujer, Miranda; un arte, el teatro; un lugar, Argentina.


Cuando Bennie, el hermano pequeño de Tetro, visita a su hermano en La Boca, la primera sensación que se destaca en el principio del film es el contraste entre la ternura de Miranda (Maribel Verdú) con el carácter ‘cascarrabico’ de Tetro (Vincent Gallo, un maestro para papeles del estilo: conpungido con la vida que le machacó, lo que justifica su mal humor). Pero Bennie (Alden Ehrenreich) lo cambia todo, abre una caja de pandora donde encuentra la opera prima de Tetro, una serie de escritos y anotaciones que desvelan el pasado inédito, no solo de su hermano, sino de sí mismo.


Excelente fotografía y escenografía (propias de Coppola…), una historia que toca con guantes de misterio el tema de los lazos de sangre en profundidad, y escenas de casi todo tipo.


En tan arriesgado proyecto, (un corte de manga a críticos y a todos que le daban por muerto) Coppola apuesta por poner una cara y unos ojos a la película que resultan fatales desde una butaca. Vincent Gallo transmite y mucho con un personaje que es una especie de congregación de todos sus anteriores personajes. Quizás no sea un actor camaleónico, pero su uni-personaje es un arma secreta cinematográfica que Coppola ha sabido aprovechar. En cuanto al resto del reparto…Es cierto que Alden Ehrenreich es el nuevo Di Carpio, borda el papel de hermano pequeño que mira con ojos como platos a su hermano del alma. Nuestras compatriotas, Maribel Verdú y Carmen Maura (en un seco papel de crítica de teatro) cumplen su cometido, y a pesar de que Verdú tenía más que perder y arriesgar con un papel tan intenso y trabajoso como es el de la novia del complicado protagonista, solo falla en su sobre actuación cuando interpreta su texto en inglés.


Tiene detalles, recursos, momentos, realización, e historia muy buenas. Le fallan alguna que otra vuelta de tuerca como el utilizar las escenas a color para las escenas de flash-back, o el a veces descarado homenaje que Coppola le rinde a la cultura Argentina, hasta el punto que se confunde admiración por agradecimiento hacia el país, ¿tributo o peloteo yanqui?


Blanco y negro, teatro, colores, muerte, pasado, abandono, dolor, trauma, sueños rotos, mentiras, corazón, apoyo.


Tetroccini.


2 comentarios:

LU dijo...

Aunque lo expresemos de formas diferentes, creo que coincidimos con esta película.
Argentina, parece que cuando ruedan en un lugar no habitual se les va un poco la mano, pasan desde las guías turísticas al homenaje alocado. No sé. Que conste que es el rincón ideal para toda esa carga de dolor. Es como un tango, desgarrador y pasional.

A mi los actores masculinos no me convencen del todo. Bien, pero sin más.

A Maribel Verdú la vi en versión doblada y por otra voz que no es la suya; algo que me desagrada soberanamente.

Lo mejor, el arranque, las olas sobre el escenario del baile y algunas escenas muy Coppola.

Biquiños

Unknown dijo...

Sí, fastidia mucho ver como a un actor español lo dobla otro que no sea él. Antonio Banderas es de los más fieles a la hora de doblar sus propias interpretaciones, pero ni el oscarizado Bardem se digna a doblar su película más internacional: No es país para viejos.
¿Quién mejor que el propio actor para darle el enfasis, tono, color y textura a la voz adecuada a cada frase y cada momento? Parece ser que les da igual que un mal doblaje se cargue de lleno su trabajo.
Se habla mucho de que es una película atípica de Coppola, porque la comparan con El Padrino. Pero si se fijase más en películas suyas como La Ley de la Calle, Tetro sigue una línea parecida.

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