Romance a la Irlandesa
Los que se pelean se desean. Historia sobre la ‘pijita’ norteamericana que conoce a un encantador paleto irlandés. Lluvia, tradición, música, superstición, peleas de bar y comedia romántica en una entretenida road movie.
A este tipo de películas no les hacen un gran favor sus carteles bañados de Photoshop o su nauseabundo trailer que recopila los topicazos de una comedia romántica americana. Estas dos primeras impresiones funcionan como una aduana negativa para una película que puede gustar a un público más amplio que a la chica y el novio que la acompañe.
Tenías que ser tú tiene un toque de ambición que nos lleva de viaje a la Irlanda tradicional, aunque en el camino tengamos que tragar con todo el proceso de guarreo y rotura que sufren los modelitos y complementos de la fina protagonista.
Anna (la actriz de pestañeo ultra rápido Amy Adams) se lanza a la aventura de viajar a Irlanda para prometerse con su novio. En su trayecto se topa con Declan (Matthey Goode), el único irlandés de pueblo que curiosamente no parece borracho o curtido por las labores del campo y el mal tiempo.
La relación de perro y gato condenados a entenderse va adjunta con los típicos gags de amor/odio. Ambos actores dan algún que otro buen momento de contrastes, y si además te gusta un poco el cine ñoño, disfrutarás de numerosos momentos de ternura.
Ese endulzamiento no llega a empalagar (al menos no tanto como amenazaba el trailer) y con un poco de ayuda del resto del reparto, el dinamismo de una road movie y la justa carisma de sus protagonistas, hacen que la película de el calor suficiente para no morir ahogado en una lluvia irlandesa.
La ‘pelirroja en apuros’ salvada por el ‘chuleta galán’ es una historia que sobrevive más por su contexto y los saltos entre esperanza y desesperación por los que pasan sus protagonistas. Tenías que ser tú es una pregunta al aire sobre el compromiso y el hambre de aventuras.
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