domingo, 26 de julio de 2009

((Un)) [Dan Black]

Donde la belleza besa al ritmo


Quien fuera el alma de la banda The Servant, no pierde su hambre musical y compositiva para sacar ((Un)), álbum en el que los ritmos pegadizos, la sinfonía y la delicadeza lírica se abrazan durante 12 canciones.


Dos EPs y dos álbumes, un gran éxito en países como Italia o Francia es lo que duró The Servant antes de su separación en 2007. Como suele suceder en estos casos, las razones fueron las diferentes ambiciones musicales, y Dan Black es el perfecto ejemplo de ‘deborador’ musical.


Poco a poco fue pavimentando su carrera en solitario. Todo empezó cuando colgando en su Myspace las canciones en las que había trabajado últimamente. Una de ellas, Hypntz, causó tanto revuelo que Zane Lowe, el locutor más influyente en música alternativa de la BBC, etiquetó a esta versión del rapero Notorious B.I.G. como una de las mejores de la historia.


Todo iba sobre ruedas. Contrato discográfico, etapa prolífica y muchas ganas. Pero entonces la piedra angular de esta nueva etapa le causó problemas. La ley no permitió que Black utilizase la letra del difunto rapero. Black incluso escribió a la madre de B.I.G., explicándola que este tema era a modo de tributo, que es una versión, no un plagio ni un robo. Pero nunca obtuvo respuesta.


Muy lejos de venirse abajo, Black re-escribió la letra y lanzó Symphonies, el primer tema del disco. Un tema que te envuelve, te inyecta su ritmo y melodía, y antes de que te des cuenta eres un enganchado más a ella. Canciones como U+Me =, Alone o Yours son la cara positiva y juguetona del álbum, la base de todo el ((Un)). Pero lo que hace a este disco el perfecto debut son también esos temas delicados como Ecstasy o Cocoon, esta última un autentico homenaje al amor de confesión tardía e incondicional: "'Cause when you say it's okey, it doesn't matter if I believe you", toca la letra.


Lo mejor de el artista británico son su voz, su delicadeza su lírica contemporánea, y su hambre de experimentación sonora. Tantas ganas e ideas tenía para su nueva vida musical en solitario que temas como Karate Kid o Junk Food se quedaron como caras B, pero su belleza y calidad merecen dos suites de lujo en ((Un)). Pero en Inglaterra un disco de más de 12 canciones es un despropósito…


Pasada la mitad del álbum parece que poco le falta al artista por incluir, ((Un)) ya lo tiene todo a esta altura para ser el álbum debut ideal. Pero la discotequera y bailona Pump My Pumps sacude la caja del CD, para dar paso a Wonder, una maravilla de balada que levita y hace levitar. Black no pierde su concentración, seguridad y delicadeza con Cigarette Pack, una lenta que recuerda a la arquitectura utilizada con The Servant. Lo mismo pasa con Life Slash Dreams, un tema positivo y onírico que recuerda como Dan Black dejo su banda hace poco.


El disco termina con la fuerte sacudida corporal de I Love Life, y Let Go, donde Black demuestra una vez más que respeta mucho la canción de cierre de un disco, y cierra la puerta de ((Un)) con este sorprendente tema que recuerda al sonido de las bandas sonoras del videojuego y película de terror psicológico Silent Hill.


Este disco esta hecho para sentir, para escucharlo muy alto, por la noche o de madrugada a poder ser, y dejar que te enganche porque es inútil evitarlo.


Os dejo el video de Symphonies, un homenaje a los creditos de apertura en el cine.


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